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Alisa las paredes de tu casa por muy poco…

Generalmente cuando alquilamos una casa puede haber cosas que no nos convenzan demasiado; un baño pasado de moda, un suelo frío o una pared llena de un gotelé tan grueso que podrías rayar queso en él. Pero con un poco de ingenio y estas ideas podrás ponerte en la pista de darle una vuelta a todo eso.

 

Proteged bien el suelo en una zona de la habitación que queráis alisar. Poned un plástico de un metro cuadrado aproximadamente en el suelo y fijadlo con un poco de cinta de pintor al rodapié. A continuación empapad una esponja en una balde con agua tibia. Empapadla bien, sin miedo y frotad con fuerza en un rincón cerca del rodapié que no se vea mucho si al final no de puede quitar.

 

Si la pintura se os deshace en la esponja y con una espátula fina la podéis “arrastrar” haciendo virutas, es que la pared es facilmente alisable. En caso contrario, si la pintura y la gota son plásticas, la pintura apenas se verá afectada. También podéis usar un pulverizador de agua para mojar la pared con más cuidado…